La fitoterapia (terapia natural a través de plantas medicinales) es una terapia milenaria, basada en la observación de las plantas y que al aplicarlas producen un efecto en las personas, así pasa la tradición. Estudios sobre el tema han trazado diferentes líneas tanto para humanos y animales.
La OMS la define como: “la utilización de planta que en uno o más de sus órganos contiene sustancias que pueden ser utilizadas con fines terapéuticos, vienen de la tierra, pero también hoy en día se están sacando algas del mar”
En la actualidad, la fitoterapia ha alcanzado cada vez mayor popularidad en el ámbito veterinario, en parte gracias a que los propietarios prefieren optar por tratamientos más naturales para restaurar la salud de sus mascotas. No obstante, se comete un gran error al pensar que las plantas medicinales son inocuas, por ser naturales y también es común, pero peligroso, pensar que el efecto de una determinada planta es el mismo en humanos que en animales.
Si convives con un gato y quieres implementar las terapias naturales seguramente te hayas preguntado alguna vez: “¿Puedo dar valeriana a mi gato?”. Esta es una pregunta que resolveremos en el siguiente artículo.
En la actualidad aún existe controversia acerca de si la valeriana puede resultar sedante o no para los gatos, lo que sí se puede decir es que, gracias a sus efectos sobre el sistema nervioso central, es una buena planta para tratar el estrés en gatos.
Si bien existen numerosas plantas tóxicas para gatos, la valeriana no es una de ellas, de hecho, esta planta se incluyó en la Farmacopea de Estados Unidos en el año 1820 y, desde entonces no se ha observado ningún efecto tóxico producido en seres humanos o animales. Esto no implica que la valeriana no pueda interaccionar con otros fármacos, ya que sí que es cierto que potencia el efecto de los medicamentos sedantes, por lo tanto, la primera recomendación es que siempre consultes con el veterinario si tu gato sigue algún tratamiento farmacológico, pero consideras que sería adecuado darle valeriana.
Si bien algunas fuentes veterinarias consideran que la valeriana puede ser útil para calmar a gatos nerviosos, lo cierto es que los efectos principales de esta planta sobre nuestros amigos felinos son bastante distintos. La valeriana contiene aceites volátiles que estimulan el sistema nervioso del gato de una forma similar a cómo lo harían las hormonas que produce un gato cuando está en celo. Este efecto causa sensación de euforia, placer y bienestar.
Se reconocen diferentes presentaciones que contienen valeriana como por ejemplo collares, soluciones tópicas en forma de aspersores, en pipetas o como toallas húmedas. Lo importante es que un Médico Veterinario lo recete y recomiende.
Como puedes ver las terapias naturales son cada vez más utilizadas en la medicina veterinaria, sin olvidar que siempre se puede utilizar de forma asociada con la medicina convencional.