Nuestras mascotas desarrollan patologías muy parecidas a las nuestras, algunas dependen de la edad, del sexo o incluso de la raza. Y si bien algunas pueden no poner en riesgo su vida, sí podrían afectar su calidad. Dentro de este grupo de enfermedades podemos encontrar las alergias y sus incómodos síntomas, que en ocasiones pueden ser solo un tipo de inflamación, pero en otras deben ser tratadas de forma urgente. Aquí te explicaremos el origen, algunas de sus causas y qué hacer ante esto.
Existen diferentes tipos de reacciones alérgicas, algunas pueden ser pequeñas lesiones en diferentes zonas del cuerpo (generalmente en piel), pero también pueden ser situaciones de riesgo vital como una crisis asmática.
La piel es el órgano que más sufre cuando hay alergia. Algunos signos que se observan o perciben son costras pequeñas en el lomo, lesiones sin pelo en la cara, abdomen, borde posterior de las patas, enrojecimiento, costras y en ciertas ocasiones sangramiento por el rasguido permanente que tienen los gatos. A veces puede haber infección bacteriana en la piel, llamada pioderma. Normalmente hay mucho prurito o picazón y, aparte de rascarse, se lamen excesivamente para disminuir esto. También pueden apreciarse signos gastrointestinales como vómitos y diarrea.
Para determinar si su gato tiene una alergia debes acudir al médico veterinario, señalar la época del año en que aparece, si ha estado en contacto con alguna sustancia o si los signos comenzaron después de ingerir algo (comida, medicamentos, entre otros). También es importante, dentro de la historia clínica, saber si se ha administrado antipulgas o antiparasitarios de uso interno o externo. Todo lo anterior, es necesario porque en los gatos es posible encontrar alergias alimentarias, ambientales, por picada de la pulga, entre otras.
Para determinar la causa se pueden realizar exámenes de piel o exámenes más exhaustivos en donde se envía una muestra de sangre a laboratorios del extranjero, principalmente de Estados Unidos.
El tratamiento para este cuadro depende netamente de la causa que esté generando la alergia; en ocasiones basta con tener un buen manejo sanitario con antipulgas, en otras es necesario utilizar medicamentos por un tiempo prolongado. Cuando son alergias alimentarias se debe hacer un cambio en la alimentación de forma permanente.
Las alergias pueden ser frecuentes y producirse en cualquier momento, por lo que prevenir futuros episodios depende netamente de la observación de los gatitos, de los cambios que pueden presentar y de un diagnóstico precoz por parte del médico veterinario. Con esto podemos mantener a nuestros gatos contentos y con el menor estrés posible.