Las terapias naturales son cada vez más utilizadas en la actualidad para beneficiar a nuestras mascotas, algunas de ellas sirven como ayuda en tratamientos de conducta, problemas de salud o para apaciguar situaciones que causen estrés. La aromaterapia o terapia con aromas se considera una terapia suave, pero se sabe perfectamente el efecto que tiene sobre las mascotas.
La aromaterapia es una rama de la fitoterapia (terapia con plantas medicinales) que consiste en la aplicación de aceites esenciales. A su vez un aceite esencial se considera un producto vegetal altamente concentrado que se extrae de una plata aromática, los aceites mantienen las propiedades medicinales de las plantas de cuales se extraen, por lo que en general se requieren pequeñas cantidades para lograr un efecto terapéutico.
La aromaterapia tiene dos vías de aplicación en las mascotas, vía transdérmica y vía olfativa. En la vía transdérmica el aceite actúa penetrando la piel y distribuyéndose a través del torrente sanguíneo para llegar a los tejidos del cuerpo.
En la vía olfativa en cambio el aroma de los aceites esenciales es captado por el sistema nervioso central y los principios activos pueden actuar a nivel neurológico favoreciendo la serenidad mental de las mascotas.
Para comenzar una terapia de aromas es importante establecer el diagnóstico o problemas que tiene el gato o los gatos, por lo que es necesario estar asesorado por un médico veterinario, idealmente holístico. Los gatos tienen un sentido del olfato muy desarrollado, pueden detectar olores 6 a 8 kilómetros de distancia, por lo tanto los aceites esenciales deben diluirse en aceites vegetales, los más utilizados son el aceite de almendra, aceite de germen de trigo o aceite de rosa mosqueta; sin embargo, estas mezclas deben ser realizadas dependiendo las necesidades de cada felino.
Lo mejor para la aromaterapia en gatos es emplear los hidrolatos, estos pueden ser rociados en el entorno sin peligro, pero jamás deben ser aplicados directamente en las mascotas.