La preñez en las gatas dura en promedio entre 65 y 67 días, pero esto puede variar según la raza y el tamaño de la camada. En las últimas dos semanas de gestación, la gatita mamá se puede encontrar más intranquila, se recomienda aislarla de otros animales y junto con esto se recomienda ambientar un espacio seguro y tranquilo para el parto.
Es importante saber cuando se acerca el parto, que se puede evidenciar la disminución de temperatura corporal y también la poca o nula ingesta de comida 24 horas antes de que inicien las primeras contracciones.
Cuando una gata está en parto hay que estar atentos, pero evitar intervenir si no es necesario. Se debe ayudar en el caso de que la mamá gata sea primeriza o si la gata no alcanza a sacar los a gatitos de los sacos amnióticos o cortar los cordones umbilicales, o si los gatitos nacen con el cordón enrollado en extremidades o cuello, aquí se debe asistir rápido y evitar que el cordón siga estrangulando; pero si se ven problemas en el parto es importante recurrir a la ayuda de un médico veterinario.
Un gatito recién nacido es muy dependiente de su madre por lo que siempre debemos facilitar que este contacto ocurra en forma permanente. Dentro de los cuidados primordiales que se deben tener con los gatitos está el control de temperatura, ya que hasta la tercera o cuarta semana de edad dependen de esta, y de la humedad ambiental. Por lo tanto, es importante cuidar a los gatitos aun cuando estén con la madre, ya sea con una fuente de calor externa como calefactores, fuentes de luz o manta térmica a baja temperatura (para evitar quemarlos o deshidratarlos).
Además, hay que vigilar a la camada e ir viendo a los gatitos que son más pequeños. En ocasiones, cuando las camadas son numerosas, no todos los gatitos se alimentan de forma equitativa. Cuando esto ocurre, se puede pensar en dar un sustituto lácteo con leche formulada administrada con una mamadera, para que el gatito sea capaz de succionar de manera correcta. La leche debe estar tibia y el gatito debe estar en posición horizontal boca abajo. Si bien no es necesario manipular mucho a los gatitos, si se recomienda ir pesándolos de forma continua para ir evaluando si es que es necesario intervenir en la alimentación.
La higiene del lugar también es relevante, si bien la mamá gata estimula con la lengua a los gatitos para que orinen y defequen; se debe mantener limpio el lugar y la superficie donde están los gatitos, ya sea la cama o manta, sobre todo después del parto que pueden quedar restos de líquido amniótico o de placenta.
Los gatitos deben ser manipulados con extremo cuidado, debido a que son delicados y sensibles, por lo que es recomendable lavarse las manos antes de tocarlos y usar materiales limpios.
Las gatas comienzan a comer luego de 24 horas del parto, se debe dar una dieta formulada para los períodos de lactancia o crecimiento, esto proporciona también una buena nutrición en los gatitos y es recomendable que los gatitos sean evaluados por un médico veterinario.