En el caso de las hembras el proceso es diferente al de los machos.
En el caso de hembras la esterilización consiste en una operación para extirpar sus ovarios y útero, en el caso de los machos, hablamos de castrar, es decir retirar los testículos. En ambos casos se trata de una operación sencilla, pero que es cada vez más útil a la hora de prevenir el cáncer en las hembras, eliminar enfermedades reproductivas, disminuir trastornos conductuales y sobre todo, debido al contexto que vive el país en torno a la Ley de Tenencia Responsable de Mascotas, controlar la sobrepoblación de animales abandonados. Recordemos que una hembra, puede tener un promedio de 15 crías al año, es decir 150 en 10 años.