En nuestra realidad, es muy frecuente encontrar gatitos que han quedado huérfanos, ya sea
porque su madre sufrió un accidente, porque fueron separados de su madre y quedaron
abandonados en un basurero, o fuera de una casa o simplemente en la calle. Es lamentable esta
situación y muy triste encontrar a pequeños gatitos que ni siquiera han abierto sus ojos y que
quedaron sin resguardo.
En forma normal los gatitos al nacimiento pesan entre 100 a 120gr, en el caso de los gatitos de
raza pueden pesar entre 80 y 140 gramos al nacer. Se estima que un gatito, idealmente debe subir
de peso unos 100 gramos por semana para encontrarse en un peso apropiado.
A los 2 a 3 días de edad se les cae el cordón umbilical, entre los 6 a 14 días pueden abrir los ojos y
pueden escuchar. A partir de las 21 días pueden esconder sus uñas y los gatitos podran salir fuera
de su caja, por lo tanto ya comienzan a desplazarse y caminar. Otro dato importante es que los
dietes de leche comienzan a aparecer entre las segunda y tercera semana de edad y a las 6
semanas de edad tienen todos sus dientes de leche siendo en total 26 dientes.
Los gatitos cuando son pequeños, comen, duermen y juegan muy poco. Son limpiados y acicalados
por su madre. La madre limpia el área perianal, los estimula a defecar y orinar y ella consume esos
desechos, hasta que los gatitos ingresen a su caja de arena y la utilicen, lo cual ocurrirá después de
las 3 semanas de edad. Ellos imitan lo que hace su mama y prontamente ocuparan la caja de
arena.
A partir de los 30 días de edad comienzan a recibir alimento húmedo y ya a los 45 de edad pueden
comer alimento seco, porque a esa edad ya tendrán toda su dentición de leche.
Existen algunos antecedentes que podemos observar cuando los gatitos están enfermos, es así
que lloran frecuentemente y están agitados, también disminuye el amamantamiento, no suben de
peso, pueden llegar a estar inactivos, pueden tener dificultad para respirar, estar fríos porque les
baja la temperatura corporal, a veces hay diarrea y pueden morir rápidamente.
El cuidado de un gatito huérfano es bello, pero es una gran tarea que implica tener paciencia, es
un trabajo rutinario que requiere de tiempo y ganas para sacar adelante a un gatito.