Las garrapatas son parásitos externos que pueden afectar a variados mamíferos, entre ellos perros y gatos. En ocasiones las garrapatas pueden transmitir enfermedades infecciosas que podrían llegar a ser graves si no se tratan adecuadamente. Aquí te explicaremos cómo reconocerlas y qué hacer en el caso de que tú compañero presente alguno de estos parásitos poco deseados.
Las garrapatas pueden ser de color negro, café oscuro, blancas o grises; el tamaño y color varía según el estado (joven/adulto) o si son macho o hembras. Generalmente las hembras suelen ser más grandes que los machos, pero su tamaño también puede variar dependiendo de la cantidad de sangre que ha consumido.
Existen cuatro tipos de garrapatas que pueden infectar a nuestros gatos y estas son: Ixodes ricinus, Ixodes hexagonus, Rhipicephalus sanguineus y Dermacentor reticulatus. Generalmente los gatos, al igual que los perros; se contagian de estos parásitos por el contacto con otro animal infectado o al entrar en contacto con lugares que han estado infectados.
La boca de la garrapata tiene forma de “daga” lo cual permite que quede anclada a la piel de los animales y que solo sea visible el cuerpo y las patas. La zona en donde se adhiere la garrapata puede inflamarse o provocar picazón, pero el verdadero peligro está en los agentes infecciosos que puede transmitirle a los gatos; entre estas encontramos: Anaplasma phagocytophilum y erlichia spp. Ambos generan enfermedades que causan sintomatología sistémica en nuestros gatos, desde falta de apetito y debilidad hasta anemias severas.
La mejor manera de evitar las garrapatas es realizar desparasitaciones periódicas con productos veterinarios certificados que sean para felinos, de los cuales podemos encontrar varios en el mercado actual.
Si le encuentras una garrapata a tu gato y nunca has quitado una, es importante que acudas al veterinario, ya que muchas veces puede quedar parte de la garrapata (boca), adherida a la piel del gato y esto puede provocar infecciones a nivel local. Además de comenzar con tratamiento antiparasitario para evitar que infecte con más.
Es de suma importancia no medicar a tu gato con productos para perros, ya que muchos de estos pueden ser tóxicos para los felinos, para esto es importante la comunicación con tu médico veterinario de cabecera.