Las pulgas son los parásitos externos más comunes de perros y gatos. Existen pulgas que son específicas para los gatos, sin embargo, estos insectos pueden estar en varias especies animales y afectarlas indistintamente incluyendo a las personas.
Dentro del ciclo de vida las pulgas, estas colocan sus huevos (los que son muy resistentes a las condiciones ambientales), luego aparecen las larvas, pupas y más tarde las pulgas adultas, el ciclo de vida dura por lo general 15 días si las condiciones ambientales lo permiten. Los huevos son muy resistentes al agua y bajas temperaturas, en general eclosionan cuando la temperatura ambiental aumenta. Una pulga puede vivir fuera de su huésped (gato) hasta 6 meses y podría tener una esperanza de vida de hasta 2 años.
Estos parásitos participan el ciclo de vida de otros parásitos pero ahora internos, que pueden afectar a los gatos, como lo es el Dipylidum caninum (es un parasito interno del tipo tenia), también participa en la transmisión de agentes infecciosos como bacterias que pueden generar anemias severas y la enfermedad del arañazo de gato (que se describe en las personas).
Las pulgas son una de las causas más frecuentes e importantes en los cuadros de alergia de los gatos, por lo tanto, todos los gatos con alergia deben ser tratados permanentemente con antipulgas independientemente no se vean alta cantidad de pulgas sobre el cuerpo de los gatos.
Loa baños con agua no son recomendados para los cuadros de pulgas, debido a que ellas no son eliminadas con el agua. Se recomienda asistir a una Consulta Veterinaria para recibir las indicaciones correspondientes para cada gato. En la actualidad existen antipasitarios externos que pueden administrarse tópicamente (vienen en aerosol o en un formato de pipetas) y también hay algunos productos en forma de comprimidos.
Se deben desparasitar a todos los animales de la casa al mismo tiempo y hacer tratamientos permanentes, recomendándose repeticiones de ellos por lo general cada 30 días.
Sumando a lo anterior, es importante señalar que debe complementar el tratamiento con un manejo ambiental en donde se hacen fumigaciones con productos apropiados y recomendados por un especialista, para evitar cuadros de intoxicaciones. También se debe realizar un aspirado profundo de ropa de cama, cojines y alfombras.