Los gatos blancos y de color rojos no deberían tomar sol directamente. Esto es muy similar a lo indicado para las personas de piel clara y para los bebes. Se recomienda que en aquellos gatos que tienen principalmente las orejas, nariz o piel de alrededor de sus ojos de color blanco o rojo no tomen sol directamente. Esto se debe porque son área de mayor sensibilidad a la radiación ultravioleta. La radiación ultravioleta se ha asociado como uno de los principales factores que se relacionan a la presentación de cáncer de piel en los gatos. Los gatos blancos no poseen el pigmento llamado melanina que le da el color al pelaje y en el caso de los gatos de color rojo tienen un pigmento llamado feomelanina el cual no es una melanina verdadera.
El cáncer de piel más frecuente de presentarse en los gatos es el llamado carcinoma de células escamosas. El cual es de origen maligno y debe tratarse tempranamente para lograr éxito en la terapia.
Este tipo de cáncer puede afectar a gatos de edad joven y adultos, inicialmente aparece como pequeñas lesiones o heridas que comprometen los bordes de las orejas (a una o ambas orejas), también puede estar ubicado en la nariz principalmente en los bordes del morro o también alrededor de los ojos o en los párpados. Las lesiones son con costras, que caen fácilmente y sangran profusamente. Muchas veces se piensa que son pequeñas heridas y se manejan como tales pero no cicatrizan con normalidad y su tamaño va aumentando rápidamente.
Todo lo anterior nos hace recomendar que los gatos con las características señaladas anteriormente no deben tomar sol directamente y si lo hacen lo ideal es realizarlo durante las horas del día que la radiación ultravioleta es menos intensa (horas de la mañana antes de las 11 horas y por la tarde después de las 18 horas por ejemplo). También se indica la utilización de factores solares por sobre FS30 para cuidar la piel de esas áreas. Se debe aplicar unas 3 veces al día, sí es importante considerar que es posible que el gato se lo retire con su propia lengua al momento de acicalarse. Es por esto que se recomienda que después de aplicarlo se acaricie al gato por unos minutos para permitir la absorción del factor solar.
Existen diferentes alternativas de tratamiento como la utilización de medicamentos, radiación o cirugía. La decisión de uno u otro debe ser efectuada por el médico veterinario en conjunto con su dueño, ya que dependerá del compromiso del paciente, del tiempo que lleva con las lesiones y por tanto el grado de invasión del cáncer, de la disponibilidad de los distintos tratamientos y de los recursos económicos de su dueño.