La respuesta desde ya es NO. Y este no, es rotundo porque las dosis no son las mismas que se utilizan en los niños y en los gatos. Muchas personas piensan que los medicamentos que se utilizan en los niños pueden ser administrados en gatos, e incluso a dosis muy similares.
Es importante señalar que los gatos tienen un metabolismo hepático diferente frente a una serie de analgésicos que se indican en los niños, y que además, los felinos son deficientes en una serie de vías metabólicas, las cuales impiden que ciertos medicamentos no tengan una acción adecuada. Es así que esa alteración puede generar cuadros de intoxicaciones severas pudiendo llevar a la muerte de los gatos.
El ejemplo más clásico es el paracetamol, el cual es altamente tóxico en cualquier dosis y presentación (gotas o comprimidos). Con este medicamento, los gatos pueden tener mucosas pálidas por anemias severas, dificultad respiratoria, los gatos dejan de comer, esta decaídos, tienen ictericia (color de mucosas amarillas) por alteraciones en hígado (hepatotoxicidad), enfermedad renal aguda, vómitos, deshidratación e incluso colapso y muerte.
Por lo tanto si se sospecha de dolor o fiebre es fundamental determinar la causa, para realizar el tratamiento apropiado y además y no se presenten errores frente a la medicación.
Afortunadamente, en los gatos es de baja presentación de ingesta de medicamentos en forma accidental, pero si ocurre lo importante es determinar qué medicamento consumió y asistir de urgencia a un centro veterinario. No trate de realizar procedimientos caseros para esta intoxicación y no espere más tiempo para acudir a la urgencia. De esta forma el doctor podrá realizar manejos para disminuir la absorción de esos medicamentos y eventualmente determinar si existe algún antídoto para disminuir los efectos indeseados de estos fármacos.
Le recomendamos no automedicar a su gato y frente al uso de medicamentos visite a su médico veterinario y siga las indicaciones que él le entrega.