Los gatos pueden tener comportamientos que no se deben permitir. Cuando se quiere castigar a una mascota, el castigo debe ser realizado con seriedad para que el animal relacione su mala conducta con la situación que está ocurriendo y así no lo repita. Es importante resaltar que los castigos físicos o psicológicos no son beneficiosos ni están permitidos. En general se presentan más dificultades para entrenar a un gato que aun perro ya que se considera que los perros están más dispuestos a complacer a sus dueños. Sin embargo, se puede entrenar a un gato si se entiende el comportamiento que ellos poseen. Un punto importante de mencionar es la micción inapropiada (que el gato orine en lugares que no son sea su caja de arena) si bien esto puede ser molesto, el gato lo utiliza como forma de comunicación; los animales no esterilizados lo utilizan como marcaje, pero también puede ser una señal de enfermedad o de que algo molesta a nuestro gato (por ejemplo, que la caja de arena este sucia) Si ya hemos descartado que el gato está enfermo o molesto y sigue con actitudes que deben ser corregidas se pueden emplear métodos de entrenamiento. Algunas directrices son:
Determinar que premios le gustan al gato y dárselos cuando haga la acción que queremos, hay gatos a los que les gusta el atún, pollo o golosinas del mercado.
Es importante que se entable una buena relación con el gato desde el inicio ya que el afecto y cariño son puntos clave al momento de querer disciplinarlo. Si se tiene al gato desde hace poco tiempo, se debe brindar tiempo de calidad, hablarle para que se acostumbre a tu tono de voz tranquilo y acariciarlo, esto hará que el gato se sienta a gusto con su dueño y le tenga confianza.
Es importante disciplinar al gato a penas comience a mostrar un mal comportamiento, sin embargo, se debe tener en cuenta la edad del gato y el carácter; gatitos muy jóvenes pueden ser muy inquietos y curiosos, pero a veces más fáciles de disciplinar que un gato viejo que muchas veces son más obstinados, como también hay gatos viejos que pueden ser más apacibles y comprensivos.
Debes tener en cuenta las experiencias de vida anterior a la llegada a la nueva casa del gato. Gatos que fueron maltratados pueden ser más desconfiados o temerosos, por lo que disciplinarlos puede tomar más tiempo.
Cuando el gato haga una mala acción también se debe utilizar un tono de voz especial, no se recomiendan los gritos ya que puede causarle mucho miedo, pero si cambiar el tono a uno más estricto y severo.
Nunca se debe golpear al gato tampoco lanzarle objetos, esto solo provocara que te tenga miedo y resentimiento. Se puede utilizar un rociador con agua cuando haga algo incorrecto para corregirlo o retirarlo del lugar.
Si al gato le gusta arañar, morder o saltar se puede tener un rascador vertical, esto ayudará a que no arañe las paredes o muebles de la casa. También se puede conseguir juguetes para que muerda, pelotas, ratones o peluches para que utilice sus instintos y gaste energía. Jugar con tu gato también es una forma de hacer que se comporte adecuadamente, ya que sentirá la compañía.
Si el gato tiene conductas agresivas es recomendable que lo vea un especialista, ya que la es probable que el dueño sea lastimado cuando lo trate de disciplina. Las mordeduras de los gatos pueden provocar infecciones, por lo que no se aconseja exponerse. Como se ve, hay muchos puntos importantes a la hora de querer disciplinar a un gato, lo importante es que se haga con constancia, cariño y paciencia.