Cada gato es un mundo y, como tal, cada uno tiene su personalidad completamente desarrollada. Es por esto que, en ocasiones, podemos tener el infortunio de adoptar dos o más gatitos que no se llevan bien entre ellos, afectando directamente la relación con sus tutores y la armonía del hogar.
Lo primero que debes tener en cuenta es que los felinos son una especie muy territorial, por lo tanto, cualquier intervención que pudiese haber en su territorio, puede tomarlo como algo negativo. Dentro de los mayores problemas que se generan en cuanto al territorio es el ingreso de otra mascota, sobre todo de otro gato, el cual lo ven como competencia directa de recursos como agua y comida. También debes tener en consideración que siempre es importante conocer a nuestro gato y según esto determinar si es necesario o realmente bueno que tenga una compañía.
A pesar de tomar en consideración varias variables, hay ocasiones en las que puede haber uno o más gatos que no se lleven bien y que estén en constante conflictos o enfrentamientos. Cuando hay episodios de agresividad o de presentar una pelea, lo más importante es no mostrarte agresivo, gritar, ni perder la calma ante estas situaciones, ya que lo único que se generará será más estrés dentro del episodio. También, debes evitar intervenir físicamente o directamente entre los gatos que se pelean, ya que podrías salir herido con arañazos y mordidas. Lo más recomendado en estos casos es utilizar un distractor, hay que considerar que se deben evitar los refuerzos negativos como golpes o tirar agua, en este caso, lo que se puede realizar es hacer sonar algún juguete o plato que reconozcan como algo positivo, por ejemplo, en estos casos cuando sabemos que nuestros gatos tienen una personalidad fuerte y están comenzando con los reconocidos maullidos de “ataque” o gestos como tirar las orejas hacia atrás o engrifarse, lo que podemos tener a mano es un frasco con comida o premios, hacerlo sonar para desviar su atención y hacer que se interesen en ir a buscar la golosina.
Ten en consideración que los castigos físicos o psicológicos no son beneficiosos ni son aconsejados bajo ninguna circunstancia, debido a que siempre el principal objetivo debe ser es el bienestar de los gatos evitando el estrés, ya que se podrían generar enfermedades sistémicas relacionadas a este, principalmente cistitis o problemas de conducta como marcaje indeseado.
En ocasiones puede ser necesario realizar consultas con etólogos, que son médicos veterinarios dedicados al comportamiento animal, la utilización de feromonas ambientales y en algunos casos separar espacios hasta que se pueda mantener un control completo sobre la situación.