¿Es conveniente bañar a mi
gato?

Agosto 31, 2018

Los gatos pueden recibir baños desde las pocas horas de nacidos. Antiguamente se decía, como un comentario domestico de que “los gatos no se bañan”. Esta aseveración no es cierta, los gatos pueden bañarse y hay razas de gatos que reciben baños permanentemente cada 30 a 60 días, principalmente cuando deben asistir a espectáculos o competencias. La raza persa, por ejemplo, es una de las razas que necesitan baños rutinarios debido al tipo de piel y pelo.  De hecho, también es necesario utilizar champús específicos para los persas, también dependen del color del pelo y en ocasiones también se aplican acondicionadores.  

Es importante recordar que los baños deben comenzar temprano en la vida de los gatos, debido a que este procedimiento genera algún grado de estrés para aquellos gatos que nunca han recibido baños y más aún si son adultos.  

Al comenzar a temprana edad con los baños, los gatitos se acostumbran fácilmente e incluso lo toman como un juego, sin generar un estrés y además ayudan al proceso de sociabilización. Mientras más manipulemos a los gatitos más sociables serán y podrán ser bañados y cepillados permanentemente.  

Para aquellos gatos que son bañados por primera vez, cuando adultos, es necesario utilizar anestesia general para realizar el baño, de esta forma el gato no recordara un episodio estresante. Los gatos por miedo pueden atacar y volverse agresivos, es por esto por lo que una buena alternativa es realizarlo con anestesia. Es importante hacer una consideración particular en estos gatos, es fundamental poder hacer una evaluación previa de la condición general del gato antes de ser sometido a un proceso anestésico, muchas veces se deben incluir exámenes de sangre o ecocardiografía si se evidencian alteraciones en el examen clínico. Lo anterior se debe a que se pone en riesgo la vida del paciente frente a un procedimiento que muchas veces es sólo de belleza y que por lo tanto podría postergarse o no realizarse definitivamente.   En ocasiones, es factible efectuar los baños aun cuando existan alteraciones que puedan complicar una anestesia, pero en esta situación se toman las medidas necesarias y se realiza una anestesia particular y apropiada para cada paciente en forma individual.  

La frecuencia de baños es cada 60 a 90 días, todo depende del tipo de piel y pelo y en ocasiones de la capacidad que tenga el dueño de efectuar cepillados.   En ocasiones los baños son realizados por técnicos veterinarios, pero siempre se recomienda que exista un médico veterinario supervisando el proceso con la revisión del paciente previamente.

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