Los gatitos recién nacidos no pueden percibir los sonidos, recién a los 21 días de edad se abrirán los conductos auditivos y ellos podrán identificar diferentes sonidos. Los oídos están formados por tres áreas, el oído externo, oído medio y oído interno. Sin embargo, lo que nosotros podemos observar es la parte externa formada por el pabellón auricular (oreja) y el conducto auditivo externo. De este último solo somos capaces de ver su entrada, que corresponde a un orificio. La observación detallada del resto del conducto auditivo se puede realizar en la clínica veterinaria mediante un instrumento llamado otoscopio. El oído, normalmente presenta una secreción ceruminosa que en algunas razas de gatos como los persas y esfinges tienen mayor cantidad de ella. Esto hace que se observen las orejas sucias en forma permanente. Esta condición no debe confundirse con una inflamación y/o infección del conducto auditivo. La limpieza de oídos se realiza en forma frecuente, tanto por los mismos gatos y en algunos casos su dueño puede ayudar. Cuando la limpieza la efectúa el dueño, el debe hacerlo sólo por el exterior y extraer la secreción que se observa a simple vista, no está indicado utilizar algodones hacia el interior o la utilización de tórulas o “cotonitos”. En ocasiones se administran soluciones de limpieza, pero lo más apropiado es limpiar con un algodón seco. Cuando se aplican soluciones de limpieza, los gatos tienden a sacudir la cabeza y les genera más molestias que beneficios. Además que la solución queda adherida a los pelos de alrededor de las orejas y es estéticamente molesto y para el gato también lo es. La limpieza de oídos se realiza según la necesidad de cada gato, pero se recomienda que al menos una vez por semana se revisen los oídos para ver la necesidad o no de limpiar. El pabellón auricular se puede ver afectado por diferentes agentes parasitarios o infecciosos como hongos y levaduras, o bacterias. Por lo general los gatos poseen muy pocas afecciones a nivel de sus oídos. La causa más frecuente de inflación del conducto auditivo u otitis es por ácaros de la sarna otodéctica, que en ciertas ocasiones se puede contaminar con bacterias o levaduras. Los gatos rascan permanente sus oídos, sacuden la cabeza, presentan una secreción de color café con costras y pueden tener las orejas enrojecidas, calientes y dolorosas. Estas afecciones pueden ser detectadas por sus dueños inicialmente pero es necesario que sean abordadas por el médico veterinario. El tratamiento estará orientado a atacar la causa y debe ser indicado por un profesional.