En los últimos años la proporción de gatos en relación a los perros como mascotas, ha aumentado en proporciones importantes. Se asume que este cambio ha sido debido a los nuevos estándares y estilo de vida de las personas. Si bien, los gatos son muy buenos compañeros como mascotas, debido a sus incontables beneficios, también pueden provocar; sin querer, problemas de salud en sus propietarios; uno de los más comunes es la alergia producida por el “pelo del gato”. Realmente se debe a un alergeno que existe en la saliva de los gatos y que ellos dejan en el pelo al acicalarse.
Las alergias son un conjunto de alteraciones que pueden afectar el sistema respiratorio, nervioso o tegumentario (piel); debido a una exacerbada respuesta o sensibilidad del sistema inmunológico ante un alérgeno o sustancia.
Los principales síntomas de alergia son: hinchazón, enrojecimiento, estornudos, tos, dolor de garganta, ojos llorosos, congestión nasal y picor en la nariz. Pero existen síntomas más severos que pueden comprometer la vida de una persona, entre los que encontramos: edema facial, dificultad respiratoria o para deglutir, ruidos respiratorios, malestar u opresión en el pecho.
Si bien estos síntomas dependen de cada persona, hay varios factores que pueden influir en la alergia. Por ejemplo, se dice que los machos producen más secreciones de alérgenos que las hembras, y que un gato castrado segrega menos de este tipo de partículas. Por lo tanto, la respuesta a la pregunta inicial sería no, debido a que existen diferentes alternativas que pueden realizarse.
Ahora, si tienes un gato como mascota y te diagnostican alergia, generalmente la primera recomendación es que te deshagas de él. Sin embargo, para los amantes de los gatos es una decisión muy difícil de realizar. Pero no te desanimes, ya que existen algunas recomendaciones para sobrellevar la alergia sin tener que regalar o buscarle un nuevo hogar a tu mascota.
Algunas recomendaciones, por ejemplo, son:
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Evitar las alfombras o mantas, ya que estos son lugares fáciles de quedar impregnados de caspa felina, la cual puede ser sustancia que produce alergia.
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Intentar mantener a tu gato alejado de tu ropa de uso diario, para mantenerlas libres de alérgenos.
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Bañar al gato y cepillarlo frecuentemente puede reducir los síntomas de la alergia.
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Otra opción es la castración ya que, como hemos comentado anteriormente, éstos producen menos secreciones de alérgenos.
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En la actualidad existen algunos alimentos comerciales que ayudarían a disminuir los alergenos que los gatos tienen en la saliva y que podrían generar los cuadros alérgicos en las personas.
Como ves existen diferentes formas de mantener a tu compañero a tú lado, además de las indicaciones que te dimos aquí, siempre es bueno que te asesores con un médico humano, ya que muchas veces las alergias pueden ser tratadas de forma farmacológica.